La feria de Santa Lucía registró ayer más ganado que en su anterior edición. Entraron al recinto un total de 472 cabezas frente a las 370 que lo hicieron en 2010. No obstante, las ventas no siguieron la misma tendencia. Se vendieron 166 cabezas, mientras que el año pasado la venta ascendió a 215.
«Ha entrado más ganado para concurso, pero la venta, hasta ahora está siendo un auténtico desastre», decía a las diez de la mañana José Ramón Urteaga, uno de los veterinarios responsables de la documentación. «Hace años para estas horas ya estaban todos los tratos hechos», recalcaba comparando.
«Hay ganado, pero mucha 'ensalada'. Hay ganado mayor, yeguas, burros..., pero poco potro joven», decía Noé Buldain, de Leitza. Conocedor de Santa Lucía «de toda la vida» llevó «seis potros» para vender y se deshizo de todos. «El precio está bajo comparado con otros años, se nota la crisis, y hay pocos 'compreros'», dijo.
Desde Valencia se desplazó Rafael Chornét. Compró «tres caballos» y pagó «unos trescientos por cabeza». Vio la feria «pobre».
«El sector ganadero no pasa por su mejor momento», apunto Jose Goienetxe, que se desplazó a Zumarraga desde el Baztan. «El mercado está decayendo. No obstante, la de Santa Lucía es una feria de mucha mucha gente. Después de la de San Fermín será la más importante». Goienetxe llevó una docena de poneys y vendió ocho.
Iñaki Etxebarria, de Orozko, vendió y compró. Es tratante «por desgracia. Si hubiera estudiado no estaría aquí pasando penurias», dijo. También era de la opinión que «las ventas van para abajo y los precios otro tanto. Cada día los papeles son más caros y piden más requisitos para traer ganado a la feria», se quejó. Respecto a la calidad de los animales «hay de todo, bueno y malo», dijo.
Lo que sí estaba bueno era el producto hortícola. Los mercados extraordinarios situados tanto en la plaza de Euskadi de Zumarraga como en la de Gernikako Arbola de Urretxu dieron buena muestra de ello. Miren Jauregi, del caserío Ayesta beltza, de Arama, regentó un puesto con «43 variedades» de verdura. Hermosas espinacas, escarolas, puerros... «todo crecido al aire libre, no es de invernadero. Este año todavía no hemos tenido una helada» dijo la acreedora de sendos premios en verdura y fruta.
Angel Arregi, de Antzuola, estaba detrás de un puesto de fruta. Participó en los certámentes de manzana reineta y frutas y se hizo con sendos premios. Este no es año de manzana reineta. «Los árboles un año dan y el siguiente dan menos», explicó. Para conseguir hermosos ejemplares como los suyos los árboles necesitan «una poda bastante exigente, abono una par de veces al año y tratamientos fitosanitarios», explicó. Vendía sus manzanas reineta «a cuatro euros el kilo, las grandes, y a tres, las medianas».
La feria de Santa Lucía también acogió ayer el concurso de miel de la zona Goierri goia. «La calidad ha sido muy buena», dijo Patxi Imaz, vicepresidente de la Asociación de Apicultores de Gipuzkoa. «Todas han andado en cuestión de 3-4 décimas». Las tres mejores participarán en el concurso de miel de Gipuzkoa.
El día de Santa Lucía también acogió los certámenes de pollos y capones, una exhibición de perros de pastor con ocas, una exposición de aves que hizo las delicias de los más pequeños... Tampoco faltaron herri kirolak y partidos de pelota. La extraordinaria oferta y el buen tiempo hicieron de Santa Lucía una feria multitudinaria. Unos 70.000 visitantes, según la organización.
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